Tosta de pulpo con queso de tetilla

El pulpo y el queso de tetilla son unas de las mayores joyas de la gastronomía gallega, y aunque se cree que no se debería mezclar marisco con queso, esta combinación simplemente enamora.
El pulpo y su preparación provienen de los Maragatos, que provenían de la provincia de León, y empezaron a comer el pulpo seco con aceite de oliva y pimentón. Hasta esa época el pulpo era un artículo que se despreciaba y los pescadores creían que era un demonio del océano por la forma del cuerpo. En el siglo XVIII, gracias al capellán Juan Bermudez de Novoa, aparecieron las primeras noticias en Lugo sobre el queso de tetilla y el queso empezó a ganar popularidad. Según la leyenda la forma del queso representa una protesta popular contra las autoridades eclesiásticas que estaban escandalizadas por el tamaño del pecho de la reina Esther y la sonrisa pícara de Daniel que está destacada en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago. Como protesta el pueblo gallego regaló algunos de sus quesos en forma de tetilla al obispo y de esta forma restituyó a Esther los atributos perdidos.
El consumo de pulpo crece cada año y se estima que en 2025 el consumo alcanzará 624.000 toneladas, casi doble que en 2009. Aunque el pulpo gallego es el referente internacional, los mayores exportadores del mundo son China, Marruecos y México.

Deja un comentario